Ingerir una cantidad moderada de sal marina de calidad, no tratada con químicos ni aditivos, es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Entre los beneficios de tomar una sal marina no refinada destacan una mejora en el drenaje de toxinas, eleva la vitalidad, favorece el funcionamiento de los riñones, mejora la sexualidad y favorece la concentración. Sin embargo, añaden, las principales consecuencias de condimentar los platos con sal común refinada pueden ser problemas de hipertensión, endurecimiento de los vasos sanguíneos, molestias menstruales o sensación de agotamiento.
La sal es uno de los condimentos estrella de de la cocina, pero se ha señalado que, si bien es fundamental una ingesta moderada para nuestra salud, es esencial tomarla de calidad para evitar que perjudique al organismo.
«Una sal que haya sido refinada, tratada con químicos o aditivos para blanquearla, por ejemplo, puede ser muy perjudicial para nuestro cuerpo. Muchas personas no saben realidad qué sal están tomando y es importante saber que sal de mesa común refinada está compuesta en un 99,99% de cloruro de sodio y el resto de su composición es agregado de yodo para que el cloruro pueda ser ingerido y destroxa, que no deja de ser una forma de azúcar», afirma Patricia Restrepo, directora del IME y experta en nutrición.
10 motivos para incorporar a nuestra dieta una sal de calidad, en este caso, sal marina no refinada por sus beneficios para la salud:
1. La sal común de mesa es mayoritariamente cloruro de sodio.
2. La sal marina auténtica no ha sido tratada químicamente y es natural: es la consecuencia de la simple evaporación del agua de mar. Por supuesto, un 90% de su composición es cloro y sodio de forma natural, pero contiene mayor número de oligoelementos, minerales y yodo que son de gran relevancia nutricional para el cuerpo.
3. La sal marina es más intensa en un sabor, por lo que es necesario utilizar menos en los platos y así evitar las consecuencias del exceso de sodio que habitualmente consumimos y afecta a la salud.
4. La industria comenzó con el proceso de «blanqueamiento” de la sal para aprovechar su composición en cloruro de sodio para otros fines como su utilización como aditivo y conservador. Como curiosidad, algunos yogures cuentan en su composición con cloruro de sodio.
5. Sin darnos cuenta, fruto de la incorporación de la sal refinada a numerosos alimentos y por su sabor más suave, solemos tomar un exceso de sal que perjudica a nuestra salud.
6. Un exceso en el consumo de sal puede causar hipertensión, endurecimiento y contracción de los vasos sanguíneos, empobrecimiento de huesos, canas prematuras, agarrotamiento, dolores en rodillas y riñones, calambres menstruales, molestias en ovarios, sequedad en la piel, sofocos y sequedad en las mucosas durante el climaterio.
7. El exceso de sal también puede afectar a nivel mental contribuyendo a la dureza, tensión e inflexibilidad mental, impaciencia, temperamento fuerte, obstinación y tendencia al fanatismo y miedo.
8. Tomar sal marina no refinada en cantidades moderadas contribuye a un buen drenaje de toxinas, eleva la vitalidad, favorece el funcionamiento de los riñones, mejora la sexualidad y reconstituye huesos y pelo. Además, mejora la digestión favoreciendo la generación de jugos gástricos.
9. Los beneficios de un consumo de sal marina de forma moderada también pueden detectarse a nivel mental y emocional: mayor capacidad de materializar, mejora de la concentración, de la capacidad de disfrutar.
10. El sabor salado, con una sal marina no refinada, estimula la digestión, realzando el sabor de los alimentos, iniciando el flujo de saliva y jugos estomacales.
«Además, de tomar una sal marina no refinada es muy importante tomarla con moderación. Algunos síntomas que pueden reflejar estar abusando en su consumo son tener sed constantemente, mucho apetito, somnolencia, falta de energía, tener las mandíbulas muy tensas», explica Patricia Restrepo.
Otro dato relevante, prosigue, «es que la sal es mejor tomarla cocinada, mejor que en crudo para la buena absorción de sus nutrientes. En cualquier caso, es fundamental tener claro que es tan perjudicial para la salud el abuso como la carencia en el consumo de sal. Uno o dos pellizcos serán suficientes para condimentar nuestros guisos»,
Referencias: Fuente: https://www.abc.es/